Mercat abre una nueva época

T. Á. CASANOVA/S. S. | GANDIA No se recuerda una entrega de premios tan emocionante en las Fallas de Gandia desde hacía más de una década. En su primera comparecencia en sección Especial, Mercat, tras once años de hegemonía del Prado, había optado porque esta vez sí que hubiera partido. Y no solo lo hubo, sino que se cumplió lo que todo el mundo fallero de la capital de la Safor intuía desde que los «ninots» de las dos comisiones pisaron la calle: Ganó el primer premio en la máxima categoría.

Tal vez porque este había sido el año marcado en el calendario para acabar con la hegemonía de una falla a la que muchos ya veían como invencible, en la plaza Major se vivió un ambiente más especial de lo normal. No había que esforzarse mucho para observar que había más gente de lo que es habitual en este acto.

No podía haber mejor escenario para una tarde tan histórica en Gandia. El imponente monumento elaborado para el Mercat por el artista saforense Pere Baenas, y que ocupaba gran parte de la plaza donde se cantaron los premios, fue testigo directo de la emoción que vivieron no solo los miembros de esta comisión, sino la gran mayoría de entidades de la ciudad cuando el secretario de la Federació de Falles anunció que el segundo premio de la sección Especial era para la Plaça del Prado. El aplauso fue casi unánime.

Lo cierto es que a medida que pasaban las horas y se acercaba el momento de la entrega de los premios crecía el convencimiento entre falleros y no falleros de que al Mercat, este año, la apuesta sí que le había salido bien e iba a convertirse, con su «Barbaritats», en la mejor falla de Gandia.

Ese sentimiento, sin embargo, no acababa de embargar a todos por igual. Los propios falleros del Mercat pedían cautela después de que, como ellos mismos apuntaban, en años anteriores hicieran una importante apuesta por el monumento y se llevaran auténticas decepciones. «Somos como la selección española antes de ganar títulos importantes, que siempre éramos favoritos y al final no nos llevábamos nada», comentaban. Sin embargo, este fue el particular mundial de Sudáfrica para esta comisión.

El monumento está rematado con una gran figura bárbara que se posa sobre la espalda del Jorobado de Notre Dame, que forma la base. Se completa con un arlequín de importantes dimensiones que aparece junto a figuras como la meretriz o el juglar. Todo ello acompañado de más de 40 «ninots» por debajo. Según explicó el presidente, José Luis García, pretende ser una denuncia «de las barbaridades que acechan nuestra sociedad hoy en día». Él y la Reina de la Falla, Elvira Costa Bosch, fueron los encargados de recoger de manos de la Fallera Mayor de Gandia, Raquel Díaz, el banderín que acreditaba a la suya como la falla vencedora de este año. Desde lo más alto del cadafalco brindaron la victoria a la «marea verde», los centenares de miembros del Mercat que lucían un polar de este color y que gritaban al unísono el «sí se puede».

Al bajar del escenario, los máximos representantes de Mercat y Prado se fundieron en un deportivo abrazo. Por cierto, que la Vila Nova fue tercera para alegría de sus miembros. Sant Josep-Raval, por su parte, se quedó sin banderín en sección Especial.

Como ya había publicado esta misma semana Levante-EMV, desde la comisión de la Plaça del Prado, la gran triunfadora de la última década en Gandia, se había asumido que la balanza se podía decantar este año a favor de su rival. Sin embargo, esta comisión no se fue de vacío, en tanto que logró el primer premio en infantil con un precioso monumento del artista Erik Martínez, con quien han confiado en los últimos años. Vila Nova fue segunda y Mercat se llevó el tercer premio en infantiles en su primer año de Especial.